Blogia
Érase una vez...

Un, dos, tres, pica pared

Con cada uno de los rebotes de su pelota contra la pared evoco los que daban las mías contra el viejo muro.   Pero siete años son demasiados para la memoria de una niña.   Me ha olvidado.
 

En cambio yo no olvido el día en que acompañé a su madre a la primera ecografía.   Ni olvido los ojos de tigresa de mi amiga al decirme que le había escuchado el corazón.

 
“¿Me das un beso?”  Junta dos dedos y me lo manda a través del aire.  “Oye”; “Dime, Alba”.   “Recuerdo tu olor”.
 
domingo, 26 de marzo de 2006

0 comentarios